Por: Leonardo Moreno, Director Ejecutivo de la Fundación Superación de la Pobreza y miembro fundador de la Alianza Comunicación y Pobreza.

El miércoles entregamos por noveno año consecutivo el Premio “Pobre el que no cambia de Mirada” a los mejores trabajos periodísticos del año 2014 que abordaron temas de pobreza, exclusión, vulnerabilidad o desigualdad. 

En la Alianza Comunicación y Pobreza estamos celebrando 10 años con nuestros proyectos, entre ellos, el premio. La verdad es que nos enorgullece esta iniciativa, porque creemos que destacar lo bueno, puede tener un efecto mucho más positivo que criticar lo malo. Tenemos la sensación de que el objetivo inicial de este proyecto, que fue abrir un necesario debate sobre el rol que el periodismo tiene tanto en la construcción de la sociedad que queremos como en la tarea de poner en evidencia los problemas reales que afectan a los chilenos, debe seguir en pie. El vínculo con esa realidad es el que los periodistas no se pueden dar el lujo de perder, y creemos que los trabajos destacados tienen esa capacidad, de conmover, informar, o denunciar, finalmente, ayudar a la audiencia a comprender mejor un fenómeno que evoluciona, se transforma y se complejiza, a tal punto que hoy, la nuestra es una de las sociedades más desiguales del mundo no solamente en términos del ingreso, sino también en la entrega de las oportunidades que la sociedad debe proveer a todos sus hijos.

El trabajo de diario La Tercera que resultó ganador en la categoría Crónica de prensa escrita muestra  evidencia sobre la influencia del nivel de ingresos en la esperanza de vida, en un país donde los más pobres viven menos y con menor calidad de vida, como lo demuestran las encuestas nacionales de salud. Este trabajo de calidad nos permite visibilizar más allá de las frías cifras, situaciones sencillamente inaceptables en un país que dice estar a un paso del desarrollo.

El “cambio de mirada” es el slogan de este premio y como jurado quisimos destacar como el mejor de los mejores a un trabajo que no solo nos cambió la mirada sino que nos abrió a una realidad que no creímos posible. Si bien nuestra convicción es que la pobreza también se expresa como una violación a los derechos humanos y sociales,  la historia de Juan Montupin de The Clinic lo demuestra generando una empatía extraordinaria. Pocas veces se observa en los medios de comunicación tan claramente el vínculo entre Derechos Humanos, pobreza y vulnerabilidad. El relato es brutal, muestra un tema inédito y desconocido, grave e impactante, que es difícil de comprender en el Chile de hoy.

Mientras sigan publicándose trabajos que muestren con calidad periodística este “otro Chile”, la sociedad tendrá esperanza de no perder aun más el frágil vínculo social que nos une como iguales en derechos. La desconexión con los problemas de la gente, es el caldo

de cultivo de la poca confianza y las crisis de credibilidad. Bien lo saben los políticos, y bien lo deberían entender los medios de comunicación.