El país que retratan los medios
Ser parte del jurado del Premio “Pobre el que no Cambia de Mirada” permite año a año tener a la vista una suerte de termómetro de la agenda noticiosa “social” de calidad y también hacer un diagnóstico en torno a cuáles son los temas que los periodistas más vinculan con la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad. Es una oportunidad de mirar el país que retratan los medios de comunicación que circulan en un contexto donde,no olvidemos, cuatro de cada diez chilenos piensan que las causas más frecuentes asociadas al fenómeno de la pobreza son la flojera y la falta de iniciativa (Encuesta CEP).
Entre los 150 postulantes de la versión 2015, cuya premiación es hoy, encontramos por ejemplo, variados relatos, historias notables y estremecedoras, sobre la cantidad de tragedias y desastres naturales que afectaron a nuestro país. Ello era esperable. Muchas historias, cual sello de la vulnerabilidad en Chile, son protagonizadas por mujeres que trabajan por sacar adelante a su comunidad o hijos.
Entre los temas destacados, está el ineludible fenómeno migratorio. Efectivamente, Chile vive un proceso migratorio creciente, pero con características distintas a lo que acontece en Europa, África o Medio Oriente. Nuestro país se ha transformado en la última década en un país de acogida de gran cantidad de inmigrantes hispanoamericanos. Entre 2002 y 2014 la población migrante residente en el país creció un 159%; llegando a contar, al día de hoy, con más de 477.533 personas y sumando. Muchos intuyen que este fenómeno llegó a nuestro país para quedarse. Y tienen razón. En las calles, transporte público, centros médicos, comerciales, escuelas o en nuestros mismos trabajos, ya no es extraordinario encontrarse con colombianos, españoles, ecuatorianos, haitianos, algo casi tan común como fue siempre encontrar a ciudadanos de los países limítrofes.Como lo constató nuestro reciente estudio “Educación e Interculturalidad en Escuelas Públicas de la RM”, las escuelas, por ejemplo, están adaptándose de maneras creativas y positivas a la realidad de tener la mitad o más de su matrícula con niños de distintas nacionalidades. No obstante, para ser una comunidad de acogida, hay que comprender la situación y vencer los miedos y prejuicios. En ello los medios de comunicación pueden realizar una contribución clave: si conocemos las historias, los contextos, los deseos y virtudes de quienes deciden traspasar nuestras fronteras, tendremos mayor cercanía con la difícil realidad de migrar y partir de cero en un país distinto. Por ello, bien por la prensa que aborda estos temas y contribuye a la cohesión social.
Asimismo, pudimos ver en los trabajos una favorable toma de conciencia respecto de los derechos humanos, sobre todo los sociales y culturales, a través de varios relatos y reportajes que aludían al bienestar que merecen chilenos y chilenas.
Sin embargo, no deja de llamar la atención una ausencia. Pese a que durante 2015 uno de los principales temas en agenda tuvo que ver con la desconfianza ciudadana a quienes controlan, dirigen y toman decisiones de trascendencia nacional, no encontramos ningún trabajo, pese al caudal noticioso al respecto, que abordara desde los efectos subjetivos en la población vulnerable, los escándalos de corrupción, abuso de poder y financiamiento de la política. Al parecer, no se analiza el nexo de estos temas y la pobreza y desigualdad que deben soportar millones de compatriotas, mientras otros los expolian. No se relacionaron las injusticias sociales que vemos a diario, con la colusión de empresas que no se avergüenzan de abusar de los más empobrecidos, no se contabilizó cómo la desigualdad se relaciona con el abuso de poder, o cómo la evasión tributaria de grandes consorcios afecta el desarrollo de los chilenos. Tampoco se observaron trabajos que dimensionaran el daño causado (colusión, corrupción, evasión tributaria) y lo compararan con las necesidades, por ejemplo, de una reforma educacional integral.
Apuntar a estas “ausencias” en los temas que postularon a este premio, solo busca plantear que existe “tema social” en estos casos, y mucho. Cómo afectará a quienes viven en pobreza o vulnerabilidad – la mayoría del país – el abuso de poder, el uso de las influencias, el festín de millones mal “donados” a los partidos, los acuerdos espurios para aumentar ganancias, qué sucederá con la rabia acumulada, en definitiva, cómo se vinculan estos hechos con el malestar con que se viven la pobreza y la desigualdad en nuestro país.
Sin duda que el periodismo tiene, como queda demostrado en los excelentes trabajos del premio “Pobre el que no Cambia de Mirada”, un gran aporte que hacer en la construcción de una sociedad que necesita urgentemente re-conocerse.
Publicado en Voces de La Tercera.