Esta encuesta presentada por la Alianza Comunicación y Pobreza abarcó ámbitos como las condiciones económicas presentes y futuras, temas ambientales y el aumento de la pobreza producto de la pandemia. Se encuestó a más de 1.400 personas de las principales capitales del país.

12 de marzo de 2021.- Con la intención de conocer las percepciones de los ciudadanos y ciudadanas del país en un año marcado por la crisis social y sanitaria, la Alianza Comunicación y Pobreza -integrada por la Comunidad de Organizaciones Solidarias, Base Pública, Fundación Superación de la Pobreza y América Solidaria- presentó la segunda encuesta: Vulnerabilidad y Nuevas Pobrezas. El estudio fue realizado por Feedback y Fundación Superación de la Pobreza.

La muestra correspondió a 1.451 habitantes de las principales capitales regionales del país (Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Biobío, Araucanía y Los Lagos). La encuesta se aplicó entre el 17 y 30 de noviembre de 2020, a través de un cuestionario de 42 preguntas enviado por correo electrónico.

En general, se puede señalar que predomina una visión pesimista de la situación actual y futura del país respecto de temas tales como el empleo, la crisis climática, las jubilaciones, la pobreza y la violencia, entre otros.

Resultados comparables medición 2019 y 2020: empeora la percepción a futuro sobre pensiones y empleo

En el caso de las preguntas comparables con la encuesta realizada el año anterior, se destaca que un 87,2% de los encuestados puso nota igual o inferior a 4 a la situación general del país para fines de 2019, mientras que para a fines de 2020, un 92% situó la nota bajo 4. La nota promedio para 2020 es de 2,9. En este sentido, más de un tercio de los encuestados pertenecientes al estrato social bajo, marcó un 1 como nota, lejos de los estratos medio y alto que se acercaron más a las notas 3 y 4.

En el caso del empleo, las percepciones a futuro son más pesimistas en el estrato bajo, con un 31% que en 2019 señaló que las condiciones del trabajo serán peores en el futuro, versus un 56% que hoy piensa así. En este sentido, respecto a los ingresos de los próximos 12 meses, un 78% de los consultados del estrato bajo percibe que su ingreso no le alcanzará (versus un 63% en 2019). Un 38% del estrato medio también señala que su ingreso no le alcanzará, mientras que lo mismo declara el 20% del estrato alto. En el tema tecnológico vinculado al trabajo, mientras que para 2019 cerca de un tercio de los encuestados de todos los estratos señalaron que los avances tecnológicos aumentarán la pobreza, para 2020 este temor subió a un 57% del estrato bajo.

En cuanto a las pensiones, aumentó considerablemente la percepción de que estas son y serán muy malas en el futuro, especialmente en el estrato bajo, que pasó de un 41% a un 71% en 2020. Es por ello también que en general se prioriza hacer lo necesario para mantener buenos ingresos en la tercera edad.

En el ítem redes y barrio, subió sustancialmente la percepción actual de delincuencia (+25%) y también son mayoritarias las percepciones de que esta aumentará en el futuro. Asimismo, bajó levemente la conflictividad entre vecinos en el estrato alto.

Con respeto a estar expuesto a las consecuencias de la crisis climática, subió la percepción de afectación actual en todos los estratos socioeconómicos y se mantuvo una percepción negativa de futuro, con un 72%, 62% y 67% de acuerdo con cada estrato respectivamente (alto, medio y bajo), que percibe que le afectará mucho el cambio climático.

En cuanto a la migración, aumentó considerablemente la percepción de que es negativa para Chile; mientras que se piensa que será un factor de aumento de la pobreza en el futuro.

Resultados de preguntas nuevas 2020: importantes brechas sociales y gravedad de la corrupción política

Para la medición 2020 se agregaron algunas preguntas relacionadas con la contingencia.

Con respecto al empleo, existen brechas sociales importantes: apenas un 19% de las personas del estrato bajo pudo trabajar en forma remota, versus el 48% del estrato alto que sí lo pudo hacer. El 44% de los más vulnerables y el 30% del sector medio, asistió presencialmente a su trabajo entre los meses de abril y octubre de 2020, versus un 19% del estrato alto.

Se consultó a quienes estaban cesantes sobre cuándo perdieron el empleo, y se destaca que el 45% del estrato alto en esta situación, señaló que su cesantía coincidía con el “estallido social” de octubre, mientras que la cesantía en sectores medios (53%) y bajos (37%), se situó durante la pandemia.

En el ámbito de redes y barrio, la percepción de la solidaridad de los vecinos ha aumentado a juicio de los sectores altos (45%), pero no supera el 35% para sectores medios y bajos, en un contexto marcado por acciones solidarias visibilizadas en medios de comunicación y redes sociales durante la primera fase de la pandemia.

Respecto al consumo y confianza en los medios de comunicación para informarse sobre la contingencia en el país, se da la paradoja de que las personas señalan informarse principalmente por televisión abierta y redes sociales, no obstante, estos medios no son percibidos como confiables. La radio, pese a tener baja audiencia, cuenta con un nivel de confianza superior en todos los estratos: 58%, 69%, 74%, respectivamente.

En cuanto a la pobreza, se consultó sobre el tipo de familias chilenas que han aumentado su nivel de pobreza, y la mayor parte de las menciones recayeron sobre familias de adultos mayores, aquellas que habitan campamentos y aquellas que tienen miembros con alguna discapacidad. La percepción sobre el nivel de pobreza en el país después de la pandemia es muy pesimista: un 75%, en el estrato bajo, un 63% en el medio y un 76% en el alto, estima que la pobreza aumentará.

Dentro de las medidas económicas que se adoptaron para paliar los efectos de la pandemia, existe una disímil evaluación, siendo el retiro del 10% es lo que se percibe como más útil, con niveles sobre el 80% en todos los estratos, y muy por sobre otras medidas como la ley de protección del empleo, bonos o cajas de alimentos.

Se consultó también sobre diversos tipos de situaciones violentas que ocurren o pueden ocurrir en el país, y de ellas, las mencionadas como más graves son: la corrupción de los políticos y la desigualdad social; en tanto que aquellas violencias que más pobreza producirán en el futuro son: la corrupción de los políticos, la desigualdad social y el abuso del sistema financiero y comercial.

Autores de la encuesta: “Para la recuperación nadie puede quedarse fuera del campo laboral”

Para Catalina Littin, directora ejecutiva de la Fundación Superación de la Pobreza- SERVICIO PAÍS, la negativa percepción sobre el empeoramiento de empleo y pensiones, y el aumento de la pobreza, son resultados consistentes con lo que tanto organismos internacionales como la Cepal o nacionales como el Ministerio de Desarrollo Social y Familia vienen detectando hace meses: “En este sentido, se marcan como desafíos fundamentales y urgentes, una recuperación basada en el empleo femenino, que es el que más ha retrocedido y que tiene un efecto directo en la pobreza, una mejora efectiva en las pensiones que otorgue bienestar y una rápida y flexible adaptación del mercado laboral a las nuevas tecnologías. Es decir, si el teletrabajo y otras estrategias llegaron para quedarse, cómo logramos un sistema inclusivo, que frente a una crisis no deje a nadie fuera de la posibilidad de realizarse en el campo laboral”.

Para Magdalena Valdés, directora de América Solidaria Chile, el tema educacional es alarmante, ya que “hoy este estudio reafirma que las personas perciben, de acuerdo a sus propias experiencias y realidades, que se requieren más años de estudios para mejorar su calidad de vida. Eso nos preocupa muchísimo, porque si Chile ya era profundamente desigual, la pandemia lo agudizó aún más: se estima que habrá casi un 50% más de niñas y niños fuera del sistema escolar. Eso nos urge a dirigir gran parte de nuestros esfuerzos en asegurar su derecho a la educación, que no dejen de aprender, más allá de donde estén.

Para Nicolás Cruz, fundador y director ejecutivo de Fundación Base Pública señala que “el que solo un tercio de los sectores medios y bajos perciban solidaridad en sus barrios, demuestra la profunda crisis de confianza que atravesamos, no sólo hacia nuestras instituciones y modelo de desarrollo, también a nivel interpersonal. Si bien hemos iniciado un camino hacia la construcción de un nuevo pacto social, debemos priorizar también esfuerzos en integración territorial y en el fortalecimiento de organizaciones sociales y vecinales que permitan recomponer el tejido social de los territorios, aumentar espacios de participación y redes de colaboración impactando directamente en la confianza”.

Desde la perspectiva de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, su director ejecutivo, Hans Rosenkranz, comenta la importancia de que la pandemia nos abra a la discusión de un desarrollo inclusivo y sostenible, entendiendo que no será posible alcanzar el desarrollo y recuperación del país si no progresa de forma más equitativa, inclusiva y sostenible, reconociendo el valor de todos los actores requeridos para una transformación de nuestro concepto de nación.

Revisa el estudio completo aquí.